RESILIENCIATACTICAS

EL CAMINO HACIA TU ÉXITO

No se me ocurre mejor momento, personal y profesional,  para hablar del éxito y de aquello que marca la diferencia entre aquellos que alcanzan su éxito y los que se quedan a las puertas.

Soy de las que sigue la filosofía de  Colin Powell: “no hay secretos para el éxito. Éste se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso”.

¿Es la creatividad un factor clave? Hay infinitud de ideas cuya originalidad destaca pero ¿todas llegan al puerto deseado? ¿los compra todos Mark Zuckerberg? La respuesta es NO. De hecho, ¿qué no se ha inventado ya?

Personalmente, creo que éxito tiene aquel que se deleita en cada fase de su proyecto; que lo percibe como un período de aprendizaje y se detiene en cuidar los detalles. Aquel que no sólo se centra en avanzar como si no hubiera mañana.

El éxito se consigue a base de esfuerzo y aquel que atribuya su falta de éxito única y exclusivamente a la mala suerte, ¡amigos míos!, puedo decir con la boca grande, que está equivocado.

Estamos hablando una vez más de compromiso contigo mismo y responsabilidad con tu proyecto y tu equipo: dos términos explotados hasta la saciedad en esta web y que no me cansaré de repetir.

En ocasiones, el momento es propicio pero no nos engañemos, eres TÚ quien, aunque la idoneidad del momento y la situación no se cumplan, va a aunar todos los factores necesarios para perseguir sus metas. Por tanto, veámoslo así, mientras tú eres condición imprescindible para que tu proyecto salga adelante; la suerte es un factor adicional que podría hacer menos arduo el camino.

Como tú me has enseñado, tu camino hacia el éxito lo marcas tú. ¡TU MARCAS LA DIFERENCIA! Por ello, a base de tu ejemplo, estoy convencida de que aquel que triunfa es el que impregna su proyecto de su esencia y que percibe cada obstáculo como oportunidad de mejora. Lejos de rendirte a la primera; valórate y busca caminos alternativos. Demuestra la perseverancia y la seguridad en ti mismo de la que generalmente haces gala.

¿Y si surgen dudas, miedos e incertidumbres que te hacen flaquear? Entonces, haz uso del apoyo social del que gozas. Compártelo con tu círculo más cercano: familia, amigos y pareja, que allí estarán para colmarte de palabras de aliento y motivación que te reconfortarán en momentos de debilidad.

No luches contra el miedo al fracaso usando la evitación pues solo conduce al bloqueo.  ¡Enfréntate a él con la realidad de trabajo fehaciente que te avala!

Además, la autorrealización y el éxito van de la mano y gracias a ti he aprendido que no hay nada más gratificante que percibir cómo tú mismo evolucionas junto a la consecución de tu aspiración. Este es el camino del éxito que tú me has revelado y el que me gustaría recordarte: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa” (M. Gandhi) y para mí, no hay victoria íntegra si no es compartida, de tu mano.

Y sí, ¡este artículo va dedicado a ti, D.V.M! Por ese apoyo incondicional y la inspiración que has hecho resurgir en mí. Y por la confianza, el orgullo y la admiración que siento hacia ti y tus continuos esfuerzos.

¡A por ellos, MI RESILIENTE!