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Papá / Mamá… no se porqué, pero cada día te odio más (II)

¡Hola Resilientes!

Aquí estoy de nuevo con el segundo artículo sobre el Síndrome de Alienación Parental (SAP), donde hablaré sobre los tipos y los factores que influyen en ellos.

¿Hay distintos tipos de SAP?

El SAP es considerado un proceso en el que poco a poco va construyéndose una nueva realidad, en la que van agravándose las manifestaciones en el menor. Así pues, más que de tipos, puede hablarse niveles, que son:

1. Nivel Leve. La alienación es prácticamente superficial y la conducta del menor durante las visitas suele ser tranquila. Las dificultades suelen verse en el momento de relevo o tránsito del menor de un progenitor a otro, pudiendo manifestar conductas como el llanto o la expresión negativa de irse con el padre recién llegado.

En este nivel, puede verse como el menor expresa su lealtad al progenitor alienador cuando están presentes ambos padres, y como cuando éste se marcha, su actitud para con el progenitor alienado se torna mucho más amable y afectuosa. Cuando se ve libre de presión, cesa en su campaña de desacreditación y agresión, la cual, no obstante, puede aparecer en momentos puntuales de la convivencia con el padre alienado.

2. Nivel Moderado. Las expresiones contra el padre objetivo son más severas, aumentando el tiempo de rechazo y agresión (tiempo de descompresión). Las características de este nivel son las siguientes:

  • Posee mayor cantidad de argumentos para justificar su rechazo.
  • Describe a sus progenitores de forma totalmente polarizada (bueno y malo).
  • Aún suele haber conductas de afecto con el progenitor alienado cuando el alienador no está presente.
  • El tiempo de descomprensión es mayor, y la fase en la que el menor se comporta de forma relajada y afectiva disminuye.

3. Nivel Severo. La conducta y la verbalización son absolutamente fieles al progenitor alienador. Los puntos más significativos de este nivel son:

  • Los argumentos denigrantes ya forman parte del menor y motivan su conducta.
  • Las denuncias de abusos y malos tratos son recurrentes contra el padre alienado.
  • Los niños se vuelven autónomos y van incorporando elementos por sí mismos.
  • Cuando el menor es forzado a pasar un breve periodo de tiempo con el padre alienado su actitud es desafiante, provocadora y en absoluto afectiva.
  • Llegados a este punto los logros terapéuticos son complicados.

¿Cuáles son los factores que pueden influir en el grado de severidad y curso del SAP?

Como bien podéis suponer, tanto el grado de severidad como el curso del síndrome no son fruto de azar. Los factores que influyen son los siguientes:

1. Edad del menor: El intervalo para la elaboración de un SAP es de los 5 a los 12 años. No obstante, la edad más crítica suele situarse a partir de los 9. Este factor implica diferencias en la manifestación del síndrome. Los  más pequeños son más rígidos, y a medida que van avanzando los años se tienen razonamientos más elaborados y contribuciones propias, lo que supone un peor pronóstico.

2. Nivel madurativo: Este punto depende totalmente del anterior. Hasta los 9 años, los niños piensan que hacer el bien es obedecer las reglas, sin ser capaces de juzgar un comportamiento o percibir la intención de este. De los 9 a los 12 ya comprenden en parte las dinámicas familiares, y terminan situando a cada uno de los progenitores en un extremo, uno en el lado de los buenos y el otro en el de los malos, debido a los argumentos del alienador.

3. Nivel emocional: Los niños más pequeños establecen una alianza patológica con el alienador, ya que el serle fiel y rechazar al otro es la única forma de calmar su ansiedad, con lo que el SAP suele ser más leve. En los más mayores, ya hay sentimientos arraigados de odio hacia el objetivo, exremo que aumenta la severidad.

4. Conductas de rechazo: este punto es simple, a mayor cantidad de conductas de rechazo del alienador, más conductas de rechazo del menor, y más severidad.

Cada vez vais teniendo más información y podéis ver que el tema se complica. Hay muchas variables a tener en cuenta y poco a poco os las iré descubriendo todas.

¡Hasta el próximo artículo resilientes!